Como parte de una de sus acciones tras haberle declarado la “guerra cibernética” a Rusia, Anonymous -el reconocido grupo de activistas hackers, logró penetrar las defensas del Graceful, el lujoso yate de US$100 millones que el presidente ruso Vladimir Putin tiene entre sus posesiones, comprometiendo así información como su ubicación en el mundo. Fue Anonleaks, parte de la agrupación, quien se adjudicó este ataque.
The Times reportó que la embarcación de tres pisos fue enviada al astillero Blohm-Voss de Alemania desde septiembre para que se le realicen trabajos de remodelación como dos nuevos balcones, la limpieza del casco y el reacondicionamiento de los motores. No obstante, antes de que el conflicto bélico diera inicio, Putin ordenó que el Graceful regresara desde Hamburgo a Kaliningrado, parte del territorio ruso.
Ryan Gallagher, periodista de Bloomberg, reportó que Anonleaks -en representación de Anonymous- hackeó el Sistema de Identificación Automática (SAI por sus siglas en inglés) por el que se rastrean barcos en todo el mundo y logró que aparentara haberse estrellado en la Isla de las Serpientes de Ucrania. El grupo incluso cambió el nombre de este lugar en el geolocalizador y le colocó “infierno”.
“Cambiaron el destino del yate por “hell” (infierno), Anonymous y AnonLeaks también cambiaron su indicativo de llamada por “FCKPTN”. Dijeron que querían poner el yate en el ámbito de los paquetes de sanciones, así como ‘poner una pequeña sonrisa en algunos rostros por un corto período en estos tiempos oscuros’”, mencionó Gallagher en un hilo publicado en su cuenta oficial de Twitter.
El periodista también indicó que la vulneración tuvo la intención de “poner en alerta” al líder ruso ya que, como es evidente, el Graceful ni siquiera se movió de su ubicación y solo fue una alteración de este localizador.
