Verón-Punta Cana. A pesar de ser el principal destino turístico de República Dominicana y haber celebrado recientemente la llegada del turista número 11 millones, Verón-Punta Cana sigue sumido en problemas básicos que ponen en entredicho su desarrollo y sostenibilidad. Uno de los más alarmantes es la crisis de basura, que arropa sus calles sin que el Ayuntamiento de Verón parezca tener la capacidad –o la voluntad– de solucionarlo.
Un recorrido por la avenida Punta Cana, una de las principales del distrito, muestra un panorama desolador: aceras convertidas en vertederos improvisados, fundas de desechos acumuladas durante días y basura esparcida incluso frente al centro de salud Oscar de la Renta. Esta imagen contrasta con la opulencia de los hoteles de lujo que reciben a millones de turistas cada año, dejando en evidencia una gestión municipal que no ha logrado garantizar siquiera la recolección eficiente de residuos.

La inoperancia del Ayuntamiento de Verón no es un problema nuevo. La recolección de basura ha sido una queja constante de los munícipes, quienes deben lidiar con calles llenas de desperdicios, malos olores y un impacto ambiental preocupante. Mientras tanto, las autoridades locales parecen más enfocadas en discursos y promesas vacías que en ejecutar soluciones efectivas para un problema que afecta la calidad de vida de los residentes y la imagen internacional del destino.
Es inaceptable que una zona que genera tanto en ingresos turísticos esté atrapada en una crisis tan básica como la basura. Si el Ayuntamiento de Verón no es capaz de asumir su responsabilidad con eficiencia, ¿quién lo hará? Los ciudadanos exigen respuestas y acciones inmediatas, antes de que la basura termine sepultando por completo la reputación del destino más importante del Caribe.