El candidato republicano está citado a las 9:30 AM locales (13:30 GMT) ante el juez de origen colombiano Juan Manuel Merchan, del Tribunal Supremo de Manhattan, para responder por un pago de 130.000 dólares a la ex actriz porno Stormy Daniels para supuestamente comprar su silencio sobre una relación extramatrimonial y proteger así su campaña de 2016, que finalmente ganó contra la demócrata Hillary Clinton.
El ex magnate, de 77 años, no está acusado por el pago en sí, sino por haberlo disfrazado como gastos legales de la Organización Trump, la empresa familiar, lo que puede acarrearle una condena de hasta cuatro años de cárcel.
Sin embargo, la sentencia no sería obstáculo para que se presente a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, en las que se enfrentará por segunda vez al demócrata Joe Biden, que le derrotó en los comicios de hace cuatro años.
Pero la perspectiva real de que Trump se convierta en un delincuente convicto -y potencialmente se enfrente a penas de cárcel- arroja un factor de incertidumbre sin precedentes en unas elecciones ya de por sí impredecibles.
“Mucho en juego”
“Lo que está en juego es mucho, porque Trump y sus abogados han logrado hasta ahora retrasar los (otros) juicios” que tiene pendientes por los intentos de revertir los resultados de la presidencial de 2020 y de su gestión de documentos clasificados que se llevó a su casa cuando dejó la Casa Blanca, dice a la AFP Carl Tobias, profesor de derecho de la Universidad de Richmond.
Por el momento, este juicio que empieza este lunes, el caso más débil de los diferentes frentes legales que Trump tiene abiertos, según los expertos, parece ser el único que se juzgará antes de las elecciones, pese a los múltiples intentos de sus abogados por atrasar su celebración.
Fuente: Ndigital