El más reciente hecho de sangre ocurrido en la ciudad de La Romana, donde un hombre trabajador, honesto pierde la coherencia por la impotencia de ser víctima de robos y burlas y toma la justicia por sus propias manos, debe llamar a la reflexión a la sociedad dominicana, la cual está carente de autoridades que realmente quieran proteger al ciudadano.
Daniel «el ebanista» estaba harto de que le robaran sus pertenencias con la cual se ganaba la vida….
Estaba harto que le robaran sus maderas del taller, el cual con tanto sacrificio habría construido…
Estaba harto que le robaran sus maquinarias, pero peor aún, estaba harto que jugarán con su dignidad con sus bienes, con su sustento.
Harto de todo esto acudió con «alguna» pequeña esperanza de que la Policía Nacional hiciera «algo» que pudiera al menos alivianar su decepción y su enojó.
Pero no lo escucharon….no lo atendieron….ni siquiera lo tomaron en cuenta.
Lleno de irá tomo la peor decisión que pudo haber hecho, y así pasó de ser una víctima de la sociedad a ser su verdugo….su asesino.
Hoy lloramos las muertes de cinco personas por la negligencia de unas autoridades que no escuchan a los ciudadanos trabajadores que están siendo víctima de los delincuentes.
¿Cuantos «Daniel» hemos perdido por impotencia en nuestro país por no ser escuchados y protegidos?
¿Cuántas víctimas inocentes vamos a seguir perdiendo por la incompetencia de nuestras autoridades?
Sólo Dios lo sabe….