Cada vez que una infidelidad sale a la luz se desencadenan rupturas de familias y escándalos diversos. Desde el nacimiento y propagación de las redes sociales, dichos efectos se magnifican a niveles inimaginables. Eso fue lo que le sucedió a un taxista en Ecuador.
Una escena que bien podría ser parte del guion de una película grotesca tuvo lugar en el barrio rural de Conocoto, al sur de Quito. Allí un control de la Policía Nacional vio un taxi que circulaba en actitud sospechosa y le solicitó que se detuviera. Pero lejos de acatar la orden de la actualidad el taxista se dio a la fuga.
El desacato de la autoridad dio inicio a una persecución policial en la que, finalmente, el taxista detuvo su marcha. Junto a él, en el asiento del acompañante, viajaba su esposa.
Los efectivos policiales comenzaron a realizar una requisa del auto y a interrogar al taxista sobre su actitud evasiva. Con cada pregunta de los uniformados, el conductor se ponía más nervioso.
Todo llegó hasta el punto de cúlmine cuando los policías le pidieron que abriera el baúl. En un primer momento se negó, luego les rogó a los uniformados que no le pidieran eso y, finalmente, accedió.
Lejos de encontrar algo fuera de la ley, los uniformados se sorprendieron al hallar una mujer recostada, con un barbijo descartable. Era la amante del taxista.
Como publica el portal Extra, los policías dejaron constancia en un parte de lo ocurrido, pero no detuvieron al conductor ya que no se había cometido delito alguno. Los agentes debieron limitarse a informarle a la esposa del chofer lo que había sucedido.
