Las primeras herramientas de afeitar, como curiosidad, surgieron hace unos cinco mil años y estaban hechas de cobre
En los últimos años, las barbas han proliferado bastante y es difícil (por lo menos en nuestro país) encontrar una cara completamente rasurada. Con mucho, ellos prefieren el estilo vikingo y algunos compiten con grandes figuras de la historia (desde Valle Inclán a Dostoievski) por ver quién tiene la barba más frondosa y cuidada. También, como es lógico, han proliferado los artículos advirtiendo que son incómodas, poco útiles o incluso antihigiénicas, pues pueden contener muchas bacterias.
Pero si tu barba tiene más de tres pelos, quizá te interese saber si ligas más con ella o lo harías con una cara como la de un bebé. A lo largo de la mayor parte de nuestra historia como especie, los hombres han llevado vello facial, al menos en aquellas poblaciones donde tenían mucho pelo. Las primeras herramientas de afeitar, como curiosidad, surgieron hace unos cinco mil años y estaban hechas de cobre.
¿Más viriles?
Podríamos decir que son dos las utilidades (sexuales) que podría tener la barba: atraer al sexo opuesto, intimidar a los rivales. Un rasgo seleccionado sexualmente que tanto intimida a los rivales como atrae a las hembras es un gran tamaño corporal.
Las mujeres califican a los hombres barbudos más altos en virilidad, dominio, capacidad de crianza, creatividad y salud.
Pero las barbas humanas también pueden ser intimidantes. Esa puede ser la razón por la que son populares en muchas sociedades dominadas por hombres y por la que los filósofos, sabios y académicos se dejan crecer la barba. ¿Qué hay de la atracción sexual?
Por un lado, la barba da un mensaje contradictorio, por lo menos en las sociedades occidentales donde no siempre se atribuye a personajes de éxito. Pero, por otro lado, las mujeres califican a los hombres barbudos más altos en virilidad, dominio, capacidad de crianza, creatividad, salud y otras cualidades que se sabe que son indicativas del valor de pareja.
El único aspecto realmente negativo fue que los hombres barbudos se percibían como menos dignos de confianza. Podríamos decir que, por tanto, la barba aumenta el atractivo sexual del hombre.
Los investigadores descubrieron que es más probable que los hombres bien afeitados sean percibidos como honestos y dignos de confianza
Pero no todo son malas noticias para los que se afeitan: los investigadores descubrieron que es más probable que los hombres bien afeitados sean percibidos como honestos y dignos de confianza, informa ‘Psychology Today‘. Y la confianza puede ser un elemento clave en una relación sexual, particularmente para las mujeres.
Según algunas teorías, las mujeres habrían preferido parejas bien afeitadas durante períodos históricos en los que los hombres tenían más probabilidades de abandonar el deber de ser padres, quizá por una prevalencia de nacimientos fuera del matrimonio.
Fuente: Elconfidencial.com