Bávaro, Punta Cana.- La estructura inclinada del semáforo ubicado en la intersección de Coco Loco, entre el Boulevard Turístico del Este y la avenida Barceló, continúa siendo una amenaza latente para conductores y peatones que transitan por este concurrido cruce de cuatro vías, sin que las autoridades tomen medidas definitivas para corregir el problema.
Aunque técnicos del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) y personal privado acuden con frecuencia a reparar el funcionamiento del semáforo cuando se avería, lo cual ocurre con preocupante regularidad, el notorio declive de su base física ha sido ignorado sistemáticamente.
La inclinación de la estructura ha ido empeorando con el tiempo, generando preocupación entre los ciudadanos, quienes temen que en cualquier momento pueda colapsar y provocar una tragedia. Sin embargo, ni el Intrant ni las brigadas contratadas para dar mantenimiento han atendido este aspecto estructural, limitándose a solucionar las fallas técnicas del sistema de luces.
Transeúntes habituales de la zona denuncian que la falta de acción representa una negligencia por parte de las autoridades. “Cada dos por tres vienen a arreglar las luces, pero nadie toca el tema de la estructura torcida. Es un peligro y lo saben”, expresó un residente de la zona.
Esta intersección conecta cuatro importantes direcciones y registra un alto flujo vehicular durante todo el día, ya que por allí se conduce hacia el aeropuerto de Punta Cana y la mayoría de los hoteles, lo que eleva los riesgos asociados a la inestabilidad del semáforo.
