Verón-Punta Cana.— Luego del impactante desalojo del sector conocido como Mata Mosquito el pasado mes de abril, los operativos de la Dirección General de Migración (DGM) en la zona de Verón-Punta Cana han registrado una notable disminución, generando preocupación entre los residentes y líderes comunitarios.
Durante semanas, el desmantelamiento del asentamiento informal en Mata Mosquito ocupó titulares y provocó un despliegue sin precedentes de las autoridades migratorias. Sin embargo, tras ese “boom” inicial, las redadas han mermado considerablemente, a pesar de que una gran parte de los ciudadanos haitianos en condición migratoria irregular no abandonaron la región, sino que se trasladaron a otros sectores del distrito.
Comunidades como Kosovo, Villa La Fe y un nuevo batey improvisado en las inmediaciones de Pueblo Bávaro han experimentado un crecimiento repentino en su población, evidenciando el desplazamiento interno de los afectados por el desalojo. Líderes locales advierten que la falta de seguimiento por parte de la DGM podría estar fomentando nuevos focos de asentamientos irregulares, lo que agrava la presión sobre los servicios básicos y la seguridad en estas zonas.
Residentes de Verón-Punta Cana continúan exigiendo a las autoridades migratorias un enfoque más sostenido y planificado que tome en cuenta la realidad del territorio y el movimiento migratorio interno que ha generado el desalojo.
