Los Goobiernos de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón han mantenido una conversación tras el lanzamiento de dos nuevos misiles por parte del régimen norcoreano, bajo la premisa de una preocupación compartida y de que este tipo de desafíos armamentísticos amenazan de nuevo la estabilidad regional.
El enviado especial de Estados Unidos para Corea del Norte, Sung Kim, el director de especial, el representante surcoreano para la paz en la península, Noh Kyu Duk, y el director general para Asuntos de Asia del Ministerio de Exteriores de Japón, Funakoshi Takehiro, han reafirmado este frente común.
Así, han acordado «prestar atención» a los próximos movimientos de Pyonyang, según una nota del Ministerio de Exteriores de Corea del Sur en la que se ha abogado por la cooperación trilateral para seguir avanzando hacia un nuevo «diálogo» en «una fecha temprana», según la agencia de noticias Yonhap.
El representante estadounidense ha dejado claro el «firme compromiso» de Washington para la defensa de sus «aliados» en la región, así como la necesidad de seguir avanzando hacia una desnuclearización que no llega, en la medida en que Kim Jong Un ha descartado por ahora hacer concesiones sobre su industria armamentística.
Sung Kim ha expresado a sus aliados su «preocupación» por los últimos lanzamientos, que contravendrían las resoluciones el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. En este sentido, ha instado a Pyongyang a cesar sus «actividades ilegales y desestabilizadoras», según un comunicado del Departamento de Estado norteamericano.
Washington está abierto a un nuevo encuentro «sin condiciones previas» con el régimen norcoreano. El último gran contacto entre las partes tuvo lugar en febrero de 2019, con una fallida cumbre entre Kim Jong Un y el entonces inquilino de la Casa Blanca.
Por su parte, el Gobierno chino, un aliado clave para Kim, ha instado a todas las partes a trabajar por encima de todo a favor de la paz y la estabilidad en la península de Corea, en palabras del portavoz del Ministerio de Exteriores, Zhao Lijian. Pekín confía en una «resolución política» de las discrepancias, según la transcripción de una rueda de prensa divulgada por el Ministerio.
Fuente: Al Momento