Las imágenes difundidas por los canales de televisión británica mostraron como el rey Carlos III y su esposa Camila estrechaban las manos de las personas congregadas en una calle de York cuando tres huevos lanzados en su dirección cayeron al suelo a pocos centímetros de donde estaban.
“Este país fue construido con la sangre de los esclavos”, gritó el autor del ataque antes de ser detenido por varios agentes.
“¡Qué vergüenza!”, le gritaron algunos de los cientos de admiradores que habían ido a saludar a la nueva pareja real. “Que dios salve al rey”, agregaron otros.
Carlos III, de 73 años, y la reina consorte, de 75, visitaban el norte de Inglaterra, donde debían inaugurar el miércoles 9 de noviembre una estatua de la reina Isabel II, la primera desde la muerte de la icónica monarca en septiembre.