El 15 de abril de 2019 la catedral de Notre Dame en París, Francia, se incendió accidentalmente. Para reconstruir el monumento, uno de los más emblemáticos de la ciudad europea, fueron necesarios más de cinco años y cientos de millones de euros.
El 29 de noviembre de 2024 el resultado final de la restauración de Notre Dame sale a la luz, luego de la visita del presidente Emmanuel Macron.
“Es sublime”, aseguró el mandatario al descubrir la catedral, que consideró como “mucho más acogedora” tras la limpieza de la suciedad acumulada durante décadas en sus piedras.
El público deberá esperar todavía poco más de una semana para acceder al templo. Las ceremonias religiosas y laicas de reapertura están previstas el próximo 7 y 8 de diciembre, antes de que las puertas se abran al mundo. Francia invitó a numerosos dirigentes extranjeros, aunque todavía se desconoce quién asistirá. El papa Francisco ya anunció por su parte que no estará presente.
Las imágenes que han sido reveladas muestran que Notre Dame recuperó su aspecto “sagrado”. Las cenizas que dejó el incendio se reemplazaron por paredes y pisos claros. Su icónica aguja, construida por Viollet-le-Duc en el siglo XIX, se derrumbó y se reconstruyó de forma idéntica.
Las 2.000 personas que contribuyeron a la restauración también fueron invitadas a la visita realizada el 29 de noviembre, de las cuales unas 1.300 estuvieron presentes.
“Esta última visita a las obras es la ocasión de darles las gracias” a quienes trabajaron en ellas, desde carpinteros a canteros, pasando por arquitectos y arqueólogos, entre otros, dijo el primer mandatario francés.
El presidente también homenajeará a los mecenas, ya que el proyecto ha costado unos 700 millones de euros y se ha financiado exclusivamente con donaciones.