Bávaro, Punta Cana.- Las fuertes lluvias caídas sobre la zona este de la República Dominicana en los últimos días han desbordado la capacidad de drenaje pluvial de Bávaro-Punta Cana, una de las regiones turísticas más importantes del país. Las inundaciones han provocado un caos sin precedentes en el tránsito y dificultado la movilidad, evidenciando las fallas en la infraestructura urbana y el descuido del mantenimiento de los imbornales, que deberían evitar este tipo de situaciones.
Una región vulnerable
Bávaro-Punta Cana, conocida por sus hermosas playas y su creciente sector turístico, ha experimentado en los últimos años un auge en la construcción de complejos residenciales, hoteles y centros comerciales. Sin embargo, la infraestructura de drenaje no ha seguido el mismo ritmo de crecimiento. El sistema de alcantarillado y los imbornales, que son cruciales para canalizar las aguas pluviales hacia los cuerpos de agua cercanos, se encuentran obsoletos y sobrepasados, incapaces de soportar el volumen de agua que se genera con las lluvias intensas.

La falta de un plan adecuado de manejo de aguas pluviales es la principal causa de las inundaciones. La construcción desordenada y la urbanización acelerada han dificultado la correcta implementación de un sistema de drenaje eficiente. Las calles de zonas turísticas claves como Los Corales, El Cortecito, la avenida España, avenida Barceló, avenida Estados Unidos, avenida Italia, y los alrededores de los principales hoteles, se convierten en auténticos ríos urbanos durante las lluvias.
El caos en el tránsito
La ausencia de un drenaje adecuado ha provocado la acumulación de agua en las vías, generando serias dificultades en el tránsito. Las lluvias torrenciales de los últimos días han sumergido las principales avenidas, creando grandes embotellamientos y bloqueando el paso de vehículos. Los conductores, enfrentados a una visibilidad reducida y a la dificultad de encontrar rutas alternas, quedando atrapados durante horas en un tapón, lo que ha afectado tanto a residentes como a turistas.
En otros casos, los vehículos han quedado varados en las calles anegadas debido a las inundaciones, empeorando así el tránsito. El viernes las autoridades de tránsito tuvieron que actuar en horas de la noche, mientras que los equipos de limpieza luchan por despejar los imbornales obstruidos. Sin embargo, los esfuerzos parecen ser insuficientes para contener la magnitud de las lluvias y las consecuencias de un sistema de drenaje deficiente aunado a la sobrepoblación vehicular de la zona.
Imbornales obstruidos y obsoletos y falta de mantenimiento
Un factor determinante en las inundaciones es el mal estado de los imbornales, que en muchos casos están obstruidos por basura, escombros y sedimentos acumulados a lo largo del tiempo. Estos elementos impiden que el agua se evacúe correctamente, lo que agrava la situación en áreas donde el flujo de agua debería ser rápido y eficiente.
A pesar de que el gobierno local se ha dispuesto a realizar trabajos de mantenimiento y rehabilitación de la infraestructura, la falta de un plan a largo plazo y la escasa inversión en el mantenimiento preventivo han dejado a la región vulnerable. Los imbornales, en lugar de ser una solución, se han convertido en un factor que empeora el problema. La acumulación de residuos en ellos es un reflejo de la falta de cultura de mantenimiento y responsabilidad por parte de las autoridades locales.
Impacto en la comunidad y en el turismo
Si bien las inundaciones afectan principalmente a los residentes, el impacto sobre el turismo ha sido considerable. Las principales arterias de la zona están colapsadas, y muchos turistas han tenido dificultades para llegar a sus hoteles o para trasladarse a los centros turísticos. Las imágenes de calles anegadas y vehículos atrapados en el agua circulan en las redes sociales, afectando la imagen de Punta Cana como destino turístico de primer nivel.
Además de la afectación en el tráfico y la economía local, la falta de drenaje pluvial también presenta un riesgo para la salud pública. Las aguas estancadas pueden convertirse en focos de infección y propagación de enfermedades, especialmente en zonas donde los imbornales no funcionan correctamente.
Urge una solución integral
Las inundaciones en Bávaro-Punta Cana no son un fenómeno aislado, sino el resultado de un conjunto de deficiencias en la planificación urbana y la falta de inversión en infraestructura. Ante la magnitud del problema, es urgente que las autoridades locales y nacionales adopten un enfoque integral que no solo contemple el mantenimiento de los imbornales, sino que también implemente un sistema de drenaje pluvial más robusto y eficiente.
Es necesario realizar una inversión significativa en la rehabilitación de los sistemas de drenaje, asegurando que puedan manejar el volumen de agua producido por lluvias intensas, especialmente en una zona de alto crecimiento como Bávaro-Punta Cana. Además, se debe impulsar la educación ciudadana sobre la correcta disposición de residuos y la importancia de mantener limpios los imbornales para evitar obstrucciones.
De lo contrario, las graves inundaciones que afectan a esta región seguirán repitiéndose, lo que no solo comprometerá la calidad de vida de los residentes, sino también la estabilidad de la industria turística, fundamental para la economía dominicana.
En resumen, la falta de drenaje pluvial y el descuido de los imbornales han puesto en evidencia una infraestructura insuficiente para enfrentar las lluvias en Bávaro-Punta Cana. Solo con una planificación adecuada, inversión y mantenimiento constante se podrá evitar que el caos continúe en futuras tormentas.