Porque aparentemente »las brujas se lo estaban comiendo», la señora Elizabeth Ferreras, llevó a su bebé de seis meses donde un curandero de nacionalidad haitiana y supuestamente le habrían dado una sustancia desconocida para curar sus males.
Luego de que el infante ingirió el brebaje preparado por el hombre que responde al nombre de Milcíades, su estado de salud empeoró, por lo que lo trasladaron al hospital municipal de Vicente Noble de la provincia de Barahona donde falleció.
El Departamento de Investigaciones de la Policía Nacional, el médico legista y el Ministerio Público, examinaron el cadáver del niño y dispusieron su traslado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) de Azua para determinar la causa real de su muerte.
