Luis Rubiales y Francisco Martín Alcaide, alias ‘Nene’ -su testaferro, según sospecha la Guardia Civil además de amigo íntimo, según su entorno- compartían una mansión de lujo en Punta Cana con una extensión de 800 metros cuadrados y piscina privada que adquirieron el año pasado.
Según consta en el último tomo del sumario al que tuvo acceso el periódico El Mundo, de España, en el registro de esta propiedad los agentes de República Dominicana, a instancias de la Guardia Civil, se incautaron de numeroso material que da cuenta del lujo que rodeaba el día a día del ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en el país caribeño.
Rubiales guardaba hasta cinco teléfonos móviles de última generación, documentación que atestigua distintas transferencias de fondos, un reloj Rólex plateado «que no tiene serial visible»- especifican los agentes en el acta incorporada a las actuaciones- y un Porsche Macan S.
«EVADIENDO LA ACCIÓN DE LA JUSTICIA»
El registro de la mansión se produjo el pasado 1 de abril por orden de la jueza Delia Rodrigo, que mantiene imputado a Rubiales por corrupción en los negocios, administración desleal, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal. Declarará en calidad de imputado el próximo 29 de abril.
La mansión está ubicada en una zona exclusiva de Punta Cana junto a un campo de golf, según se especifica por parte de los investigadores. «Casa de dos niveles, construida en concreto color crema, con puerta enrollable blanca, ubicada en (…), lugar donde se obtuvo la información de que los investigados se encuentran evadiendo la acción de la Justicia y ocultándose en dicho lugar», describen los investigadores en su informe.
El nuevo tomo también incluye la llegada a España de Rubiales y su socio, procedentes de República Dominicana, el pasado día 4 al aeropuerto de Barajas. Ahora ya, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil es la que da cuenta de ambas detenciones.
EL BILLETE DE NENE
Rubiales fue arrestado cuando el avión aterrizó y conducido hasta las dependencias de la Guardia Civil en la T4 donde se le leyó sus derechos y se le tomó las huellas dactilares. Rubiales se negó a prestar declaración y quedó en libertad a la espera de ser citado por la magistrada que dirige la investigación.
«Preguntado si ha comprendido los delitos que se le imputan y los derechos que le asisten, así como si desea contestar voluntariamente a las preguntas que se formulen sobre los hechos que nos ocupan, manifiesta que los ha comprendido y que no desea declarar», explica el atestado.
Nene tenía un billete para volver a España en marzo, pero, tal como refleja la unidad de élite de la Guardia Civil en otro de sus informes, cuando el escándalo se hizo público retrasó el vuelo. Lo hizo el 2 de abril, un día después del registro a la mansión y dos antes de que volara Rubiales.
La Guardia Civil tiene claro su papel: «Ha creado un entramado societario con extensión en España y República Dominicana mediante el cual trataría de ocultar el destino de los fondos recibidos, integrando en el mismo (…) a Luis Rubiales». Según la UCO, Rubiales y Nene estuvieron años beneficiándose el uno del otro. Primero, Rubiales le transfirió beneficios «aparentemente injustificados» desde su posición en la RFEF y cuando dimitió fue Nene el que le incluyó en sus negocios en República Dominicana.
Los agentes establecen una minuciosa línea del tiempo que comienza con Rubiales en la cúspide de la RFEF inyectando beneficios «injustificados» a Nene de la constructora Grupo Conector (Gruconsa) -de la que presuntamente Rubiales recibió mordidas- «como presunta contraprestación a la construcción de proyectos de obra de la Federación vinculados a la misma», plasman los investigadores en el dossier. Estos beneficios -prosiguen los agentes- se habrían canalizado a través de la sociedad Dismatec Sport en la que figura como administradora única la esposa de Nene, a quien se incautaron más de 300.000 euros en efectivo en dos cajas fuertes y en una de zapatos.
Fuente: Elmundo.es