En momentos en que la Organización de Estados Americanos (OEA) encara una negociación compleja en Guatemala entre el gobierno saliente, el entrante y los manifestantes que ya llevan 10 días de reclamos en las calles, el secretario general Luis Almagro, se encamina a liderar una segunda mediación regional en este caso entre dos países: Haití y República Dominicana.
Los dominicanos mantienen cerradas las fronteras, en protesta por una obra haitiana sobre un río compartido sin ningún tipo de acuerdo binacional. Ante esta situación, Almagro envió una propuesta de mediación que luego de dos semanas de silencio obtuvo una respuesta de Haití.
La cancillería ese país centroamericano, que se encuentra en medio de una crisis severa de seguridad y con el Estado quebrado por el crimen organizado, envió una carta a todas las representaciones diplomáticas ante la OEA el viernes en la que responde de manera enigmática a la propuesta de mediación de Almagro por el uso del río Masacre.
En paralelo, Dominicana pidió a la organización que el canciller de ese país, Roberto Álvarez, sea recibido por el Consejo Permanente. La sesión para escuchar al jefe de la diplomacia de República Dominicana se fijó para este jueves 12 en Washington.
La respuesta de Haití
En el texto enviado a todas las delegaciones de la OEA, Haití no hace referencia concreta a la propuesta de mediación de Almagro, pero asegura que está dispuesta a dialogar con República Dominicana.
“La República de Haití acoge con satisfacción todos los llamados al diálogo de los Estados socios y las instituciones internacionales”, dice el texto. Entre los diplomáticos de la OEA generó dudas si esto se puede tomar como una aceptación de la mediación, pero la mayoría de los consultados por Infobae entienden que sí.
Miembros del Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront) de República Dominicana vigilan mientras en la orilla haitiana del río Masacre trabajadores construyen un canal de riego. EFE/Orlando BarríaMas alla de ese dialogo, Haiti dejo clara su postura de que tiene un “derecho soberano” para utilizar el río.
El conflicto se originó luego de que una empresa privada haitiana, con respaldo gubernamental, iniciara la construcción de un canal de riego en la rivera del Masacre en la localidad fronteriza de Ouanaminthe. República Dominicana consideró la obra como “unilateral e ilegal”, y en protesta cerró la frontera terrestre.
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En su comunicado, Haití argumenta que el río Masacre se origina tanto en territorio haitiano como dominicano, por lo que ambos países tienen derecho al acceso equitativo del recurso hídrico, de acuerdo al Tratado de Paz, Amistad y Arbitraje de 1929 entre ambas naciones.
Asimismo, señala que el canal en construcción no tendrá la capacidad para desviar el cauce del río, el cual ya sufre desbordamientos naturales en la zona fronteriza. Indica también que es el primer canal de riego que construye el país en la zona, existiendo ya una decena del lado dominicano.
“El río Masacre es un curso de agua fronterizo alimentado por afluentes que se originan tanto en Haití como en República Dominicana. Por lo tanto, el territorio haitiano contribuye a generar los caudales movilizables a lo largo de los tramos de aguas arriba de este río común”, dice el texto de la cancillería.
“La República de Haití reafirma el derecho soberano del pueblo haitiano de utilizar de manera justa y equitativa los recursos hídricos compartidos del río Masacre”, agrega el texto.
El cierre de fronteras
La crisis ocurre en un momento complejo para la relación bilateral, tensada por la situación migratoria en la frontera y en medio de una fuerte sequía que afecta a ambas naciones.
La cantidad de hatianos que cruzaban a diario la frontera hacia Republica Dominicana para recibir asistencia humanitaria ha generado tambien fuertes pujos antiinmigración en el pais vecino y presiones ante el gobierno local.
República Dominicana es uno de los países que más ha pedido a la comunidad internacional que lidere una intervención extranjera en Haití para traer seguridad a la isla, dado que ese país sufre indirectamente los problemas de sus vecinos.
Con la crisis por esta obra, el gobierno dominicano de Luis Abinader, quien hace dos semanas ganó la interna de su partido y el año próximo va por la reelección, decidió cerrar la frontera como forma de protesta, lo que indirectamente también calma los reclamos anti inmigrantes.
Fuente: Infobae
