Higüey- Producto de la pandemia de la COVID-19 a que atraviesa el mundo y el pis, y para frenar la propagación del virus, por primera vez en 50 decadas,se decidió que este año no se celebraría el Día de La Virgen de La Altagracia, considerada como la madre protectora y espiritual del pueblo dominicano.
A pesar de las prohibiciones, algunos feligreses no se abstuvieron de visitar la Basílica, como cada año, para rendirle culto a la Virgen, quienes entraban al lugar en varios grupos para así depositar sus velones y ofrendas a la madre de Dios.
Durante el día el perímetro de la catedral fue custodiado por policías y miembros de otras entidades como la Defensa civil, donde voluntarios orientaron a las personas que estuvieron en los alrededores de la Basílica,y así garantizar se usara de forma correcta mascarilla y mantener el distanciamiento físico.

Se recuerda que el obispo de la Diócesis de Nuestra Señora de la Altagracia en Higüey, Monseñor Jesús Castro Marte, había anunciado mediante un comunicado, la suspensión de la celebración de la tradicional fiesta del 21 de enero en la Basílica de Higüey, debido al covid-19.
Al hacer el anuncio de la cancelación de la actividad católica, Castro Marte dijo que “debido al estado de emergencia impuesto por la pandemia Covid-19, las festividades propias del mes de enero en honor a la virgen se celebrarán con una modalidad distinta.
Recientemente,Castro Marte invitó a los fieles a hacer una peregrinación desde casa por primera vez , producto de la pandemia de coronavirus que azota al país y así respetar los protocolos sanitarios.
«La vigilia virtual inició ayer miércoles a las 11:55 de la noche, la cual tuvo una duración de ocho horas, y fue transmitida a través de Color Visión y la plataforma Youtube de la Basílica de Higüey y Banco Popular Dominicano».
Cada 21 de enero es una fecha en la que muchos fieles devotos de la Virgen concurren desde todo el territorio dominicano a la basílica de Higüey, a agradecer algunos favores concedidos por la Virgen.
La Historia
El peregrinaje y celebración de la festividad de Nuestra Señora de la Altagracia data del período colonial.
La devoción de Nuestra Señora de la Altagracia se inició en Higüey y se fue extendiendo al paso de los años hasta convertirse en nacional, y formar parte de la identidad de los dominicanos. Esa devoción se manifiesta como la principal peregrinación del pueblo.
En un principio esta celebración se realizaba los 15 de agosto, debido a que en dicha fecha fue traída la imagen de la Altagracia a la isla y que el mismo se debía celebrar en la ciudad del Este porque, de acuerdo con las tradiciones, era el lugar donde Dios quería que ella estuviese, aunque otros afirman que fue el lugar donde los hermanos Trejo se alojaron desde su llegada a la isla.
Según Mons. Ramón Benito, es la versión de los hermano Trejo que parece la más lógica porque, “ellos viene de Extremadura; allí es popular la Altagracia; se sabe que al dejar la patria cada uno llevaba consigo la devoción lar de su región; estos dos hermanos se establecieron en el Higüey de la Isla Española; allí llevaron la imagen de la Virgen de su devoción”