Primero fue el regreso de las tendencias noventeras con los bucket hat y los accesorios muy coloridos, posteriormente llegaron las tendencias dosmileras, que si bien causaron nostalgia, la primera red flag que tuvimos fue ver de vuelta los pantalones a la cadera en los aparadores de las tiendas.
Muchas mujeres se opusieron a que fueran parte de su armario, pero al final los consumidores terminaron cediendo debido al furor de la moda “aesthetic” que predomina en redes sociales. Los pantalones anchos acentuando la cintura y los tops hacían que una figura esbelta fuera necesaria para cumplir con el nuevo estereotipo de moda.
Ver a Kim kardashian llegar a la MET Gala luciendo más delgada, desató críticas, no solo porque llevó el vestido que Marilyn Monroe usó para cantarle “Feliz cumpleaños” al presidente John F. Kennedy en 1962, sino porque confesó que tuvo que perder 7 kilos en tiempo récord para poder entrar en la prenda.
La líder del clan Kardashian Jenner fue señalada de promover estándares de belleza poco saludables, pero esto no la detuvo, su propósito era mayor: encajar en la talla 00, y para ello se retiró los implantes y se deshizo de sus curvas. Poco después su hermana Khloé le siguió el paso y ahora luce más delgada.
Considerando que las Kardashian impusieron los cuerpos voluminosos, con curvas y hasta integraron modelos plus size a sus campañas de ropa, verlas tan delgada abre la posibilidad de que la talla 00 regrese con fuerza y traiga consigo problemas alimenticios.
Tan solo la socialité tiene 330 millones de seguidores en Instagram, por lo que su influencia en bastante grande.
Bella Hadid ha sido otras de las personalidades que causa preocupación por su extrema delgadez, si bien, su trabajo implica verse delgada, en los últimos meses la hemos visto con jeans a la cadera y micro tops que dejan ver que ha perdido peso. Considerando que es uno de los íconos de moda más importante dentro y fuera de las pasarelas, su influencia en mujeres será enorme.
Danna Paola ha sido otro de los íconos que ha sorprendido con su nueva imagen, y es que es evidente que ha perdido peso en los últimos meses, si bien, ella ha afirmado que se encuentra bien de salud y ha pedido no opinar sobre los cuerpos de otras personas.
Las redes sociales se debaten en el discurso de hasta dónde se puede opinar para poner un alto a las modas que son consideradas dañinas, el hecho de ser delgada no es el problema en sí, sino los riesgos para la salud que esto trae cuando se convierte en una meta y se hace lo que sea para cumplir con los nuevos estándares de belleza.
Es importante mencionar que durante la década de los 2000’s hubo un incremento en los casos de los desórdenes alimenticios, las clínicas tuvieron un mayor índice de pacientes con anorexia y bulimia a consecuencia de los estereotipos.
Muchas mujeres se han mostrado alarmadas por la situación, y es que las tendencias se adoptan casi de manera inconsciente, cuando te das cuenta ya estás sumergido en ellas.
Es importante cuestionarse qué estamos normalizando, qué estamos aceptando y bajo qué riesgos. Cuando esto se convierte en algo irreal y se tiene miedo a subir de peso, es una clara red flag.
Las tendencias de moda siempre regresan, son cíclicas, hay quienes son delgadas por naturaleza y la talla 00 les va bien, sin embargo no debes sentirte comprometida por encajar en esta.
El movimiento body positive parecía tomar cada vez más fuerza, sin embargo con el regreso de la moda dosmilera ha sufrido un gran golpe, del que todos debemos encargarnos de recuperarnos.
Fuente: Chic
