UNESCO eligió la Fundación SM para la difusión y divulgación del informe: “Reimaginar juntos nuestros futuros: un nuevo contrato social para la educación”, el cual aboga por el fomento de la educación para promover un futuro más justo y sostenibles para las nuevas generaciones.
La evaluación inició en 2019 y tardó dos años en realizarse, ya que reúne más de un millón de personas de 45 países a través de un proceso de consulta global. El documento, que se publica cada 20 años, sirve como pauta para marcar la tendencia educativa global en todo el mundo.
El informe tiene como ejes principales la pedagogía, currículo, equipo docente, escuela y aprendizaje continuo junto a los principios tan fundamentales de cooperación, colaboración y solidaridad son los que deben organizar la pedagogía.
Jackson Almonte, responsable de la Fundación SM Dominicana y Jesús Paniagua secretario de la Comisión Nacional de Unesco en República Dominicana de esta alianza informaron que “la enseñanza es una labor profesional colaborativa, y la función de los equipos docentes debe ser conocida y reconocida, por eso, necesitamos orientar los planes de estudios hacia un aprendizaje ecológico, intercultural e interdisciplinario”.
Asimismo, indicaron que las escuelas deben convertirse en lugares educativos protegidos, que promuevan la inclusión, la equidad y el bienestar individual y colectivo.
“El aprendizaje debe ser un derecho que se desarrolle a lo largo de toda la vida. Por eso, las oportunidades educativas han de brindarse en distintos espacios naturales, culturales y sociales, tanto físicos como virtuales”, afirmó Jackson Almonte.
Destacó que, en el mundo moderno, los seres humanos nos enfrentamos a graves riesgos para el futuro de la humanidad y la propia vida del planeta, y debemos reinventar urgentemente la educación para que nos ayude a afrontar los retos comunes. Replanteándonos de forma urgente por qué, cómo, qué, dónde y cuándo aprendemos.
Jackson Almonte explicó que este informe es una invitación a la acción, a pensar juntos para actuar juntos, y siempre bajo dos principios irrenunciables: asegurar el derecho a una educación de calidad para todas las personas y asegurar el esfuerzo público por la educación como bien común.
“Este acto de reimaginar significa trabajar juntos para crear futuros que sean compartidos e interdependientes. La educación no sólo responde a un mundo cambiante, sino que transforma el mundo. La educación puede y debe dar más pasos para ayudarnos a forjar un futuro pacífico, justo y sostenible”.
También, enfatiza en aspectos determinantes cómo las políticas educativas, que deben impulsar el progreso de aprendizaje de cada alumno, y la cooperación, en lugar de una evaluación que compare a los alumnos entre sí.
“Por eso, el informe aboga por que se realicen esfuerzos urgentes para reorganizar la financiación de la educación con el objetivo de reorientar los planes de estudios, las pedagogías, la investigación y la evaluación del aprendizaje para centrarse en el aprendizaje cognitivo-emocional”.
De cara al futuro, el informe pide a los legisladores que inviertan en programas de investigación en educación multidisciplinarios, a gran escala, abiertos e inclusivos.
“En la fundación SM impulsamos iniciativas para mejorar la calidad educativa, y visibilizar la labor docente. Lo hacemos, fundamentalmente, a través de programas de intervención socioeducativa, aprendizaje continuo para docentes, investigación y evaluación educativa, y fomento de la lectura y la escritura”, puntualizó Jackson Almonte, responsable de la Fundación SM Dominicana y Jesús Paniagua, y recordaron que actualmente desarrollan proyectos en diez países, con especial sensibilidad hacia contextos de vulnerabilidad.