Verón-Punta Cana.- Un nuevo caso de atropello se registra en el Distrito Municipal Turístico Verón-Punta Cana y la irresponsabilidad moral y cívica vuelve a imperar: tras el accidente, el chófer emprendió la huida y hasta el momento no se ha reportado en la oficina de la Dirección General de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett).
La víctima fue identificado como Derinson del Rosario Cabrera, de 36 años, proveniente de Cañafistol, Vallejuelo, provincia de San Juan.
El hombre fue atropellado en la noche de este lunes en la avenida Punta Cana, en sentido Este-Oeste, próximo a la entrada del residencial Ciudad del Sol. Tras el suceso, fue llevado al Hospital de Verón, donde se confirmó su deceso a causa de los golpes recibidos.
Leer aquí: Atropellan mexicano en Boulevard Turístico y buscan chófer emprendió la huida
Por el momento, los datos del conductor y el vehículo son desconocidos, sin embargo, la Digesett abrirá las investigaciones pertinentes para dar con el paradero del responsable, por lo que se le exhorta al conductor acudir al Departamento de Procedimientos de Accidentes de Tránsito, en Bávaro, para realizar el reporte correspondiente y evitar mayores problemas con la justica.
Se recuerda que en la madrugada del jueves 21 de noviembre también fue atropellado por un vehículo de datos desconocidos, el mexicano Manuel de Jesús Kuyoc Dzul, de 43 años, en el Boulevard Turístico del Este, frente a L&R, próximo al semáforo de Friusa.
Dicho conductor, presuntamente de una guagua amarilla, también emprendió la huida. Sin embargo, ya se realiza el levantamiento de cámaras y se está tras las pistas del responsable para ser sometido a la acción de la justicia.
Asumir la responsabilidad moral y cívica de entregarse a la justicia después de atropellar a una persona es un acto de integridad y humanidad que trasciende las consecuencias legales. Reconocer el daño causado y enfrentar las consecuencias demuestra respeto por la vida y la dignidad de la víctima, además de contribuir al orden social y al valor de la justicia.
Aunque el miedo o la incertidumbre pueden ser abrumadores, asumir la responsabilidad es un paso necesario para reparar el daño en la medida de lo posible y honrar los principios éticos que rigen la convivencia. Este acto no solo refleja el carácter de quien lo realiza, sino que también envía un mensaje poderoso sobre la importancia de enfrentar los errores con valentía y compromiso.