Verón-Punta Cana-. En un acto que mezcla ingenio, frustración y humor, los residentes de la calle Cattaleya en Verón han encontrado una peculiar forma de protestar por el deplorable estado de su vía. Armados con cañas de pescar, cubos y sillas plegables, se instalaron en los grandes charcos de agua que, tras cada lluvia, convierten su calle en un “mar improvisado”.
La iniciativa surgió como una forma de llamar la atención de las autoridades locales ante años de promesas incumplidas y un deterioro que no solo afecta la movilidad, sino también la calidad de vida de los habitantes. “Aquí estamos en Verón, en la calle Cattaleya. Síndico, mire, mi amigo ‘Manolito’ «, expresó uno de los ciudadanos haciendo el llamado de atención al director distrital de Verón-Punta Cana, Ramón Ramírez.
Los hoyos, que ya se han convertido en cráteres, se llenan rápidamente de agua con las lluvias, haciendo que el caminar sea prácticamente imposible y creando focos de enfermedades por la acumulación de mosquitos y bacterias.

En modo de protesta se observan residentes simulando sacar «pescar» en el agua que muchos tienen frente a sus propias casas.
Los vecinos afirman que esta forma creativa de manifestarse busca que las autoridades locales y nacionales tomen medidas urgentes para rehabilitar la calle.
Este peculiar «mar urbano» de Verón se convierte en un símbolo de creatividad en medio de la indignación, recordando que incluso en las situaciones más difíciles, el ingenio puede ser una poderosa herramienta de protesta.