Deshidratados y con quemaduras en la piel, la Guardia Naval rescató a tres pescadores dominicanos que llevaban 13 días en una embarcación a la deriva y llegó hasta las costas panameñas.
Miguel Darío Abreu, de 50 años; Francis Feliz Beltre, de 42, y Bryant Peña Santana, de 29, salieron de Barahona el 20 de diciembre a pescar para la isla tortuga. Sin embargo, cuando menos lo esperaron el viejo motor del bote de 23 pies se les dañó quedando a la merced.
Al tercer día se quedaron sin alimentos debido a que una tormenta sacudió la embarcación y perdieron el pescado que tenían para alimentarse.
»Solamente teníamos dos botellas de agua para tres adultos y sin comida. Fue muy duro, y llegó un momento en que pensamos que íbamos a morir» relató Bryant, el más joven de los náufragos.
Francis, de su lado, explicó que no les quedó de otra que beber agua salada al octavo día de estar a la deriva. »Pedíamos cada día a Dios para que nos permitiera llegar a un punto con vida», recordó.
Peña Santana, que había sido el primero en desmayarse y estaba más débil, le pedía a sus dos compañeros que si moría lo arrojaran al mar.
Los pescadores de la República Dominicana señalan que lo malo no es haber pasado Navidad y Año Nuevo lejos de casa, sino pensando que no íbamos a volver jamás.