La amistad, como el amor, debería celebrarse cada día. Sin embargo, el ritmo frenético de vida a veces hacer que se nos olviden este tipo de detalles y, por suerte, para ello existen fechas marcadas en el calendario que nos lo recuerdan. El 30 de julio tiene lugar el Día Internacional de la Amistad, una celebración oficial que sirve para recordaros que los amigos son un pilar fundamental en nuestra vida, en las buenas y en las malas. Entonces, ¿por qué no agradecer todo lo que hacen por nosotras?
¿De dónde surge el Día de la Amistad? Tenemos que remontarnos hasta 1969, año en el que el hombre pisa la luna por primera vez y el profesor argentino Enrique Ernesto Febbraro propuso que este día se crease para compartir su euforia con la humanidad. Desde entonces, esta fecha se ha convertido en la excusa perfecta para decirle a nuestros amigos cuánto los queremos.
1. Ayuda a identificar sentimientos y a conectar con nuestras emociones
El día a día es rutina, ajetreo y mucho trabajo. Y precisamente por estas razones en muchas ocasiones desconectamos de las emociones. Por ello, la psicóloga Ángela Collado defiende que es clave “desconectar de vez en cuando el piloto automático” y ser conscientes de lo que sentimos por nuestros amigos, y de lo que nos aportan.
2. Mejora la salud física
Una buena amiga o amigo nos aposta bienestar emocional pero también físico. Según un estudio publicado en la revista Personalidad y diferencias individuales en el año 2012, “las personas agradecidas experimentan menos aflicciones y son más propensas a cuidar su salud a través de buenos hábitos de ejercicio físico y alimentación”.
3. Regula el estrés y la ansiedad
La experta reconoce que aunque dar las gracias no solucionará por arte de magia nuestros problemas, sí que nos ayuda a relativizar ciertos asuntos del día a día. “La amistad obliga a estar en el presente, es un antídoto contra los pensamientos anticipatorios de ansiedad y la constante activación”.
4. Crea un clima de seguridad y confianza mutuo
Recibimos lo que damos y viceversa. Por ello, expresar el cariño o agradecimiento a un amigo o amiga a potencia el efecto ‘boomerang’ de expresar nuestra emociones. Esto creará una esfera de confianza con esa persona y favorecerá la seguridad en el otro.
5. Favorece la empatía
La empatía resulta fundamental para relacionarnos en sociedad. Es importante alejarse del egocentrismo y admirar el papel que ciertas personas ejercen en nuestra vida. Para ello es básico decir “gracias”.
6. Refuerza el vínculo de amistad
Cuanto más tiempo pasemos con nuestros amigos, más estrecho será el vínculo. Sin embargo, con el paso de los años resulta más complicado cuadrar las agendas y, por este motivo, resulta fundamental dar las gracias para reforzar el vínculo a pesar de la posible distancia.
7. Aumenta el autoestima
Todos los beneficios enumerados anteriormente tienen algo en común: aumentar el autoestima.