La fragilidad ecológica de Miches, está reflejada en la creación de dos grandes áreas protegidas los refugios de vida silvestre Laguna Redonda y Limón y Los Manglares de la Gina. A esto se une una gran red de humedales, manglares, eneales , bosques de dragos y herbáceas costeras que van desde la Sabana de Nisibon hasta el mismo pueblo, bordeando casi todo el litoral costero.
Por: Yonattan Mercado Acosta / Técnico Superior en Manejo de Recursos Naturales
Miches.- Esos ecosistemas muy complejos de antaño han sufridos algunas modificaciones no tan significativas y fragmentaciones moderadas , pero aún persisten y resisten a los cambios. Es necesario que los proyectos turísticos emergentes con características tradicionales, puedan sopesar la importancia y función de esos espacios de tanta fragilidad ecológica, tratar de buscar las alternativas para garantizar su conservación, debido a la interconexión que tienen estos con los demas ecosistemas incluyendo las playas.
Determinar las funcionalidades de los mismos; principalmente basada en la captación, almacenamiento, recolección Y trayectoria natural de agua próximo a las playas. Las zonas de playas son muy frágiles y dinámicas, debido a la cercania de humedales costeros y la evidencia de procesos erosivos en aumento. En la mayoría de los casos cerca de las playas existe algun tipo de humedal.
Esto incluye las playas de Sabana de Nisibon bordeada por mangles y eneales, playa Limón conectada por sistemas de humedales con Laguna Limón, Playa Guaco bordeada por el proyecto arrocero de El Cedro, costa Emeralda circundante a las zonas frágiles de Caño el Negro, Laguna Redonda y manglares costeros.
El desconocimiento de la fragilidad ecológica de Miches, el trato no adecuado a las playas naturales, dunas, vegetación costera, herbaceas y los humedales, podría generar graves problemas en el futuro, relacionados a la vulnerabilidad de las infraestructuras que se construyan dentro o cerca de estos espacios, comprometiendo seriamente la inversión pública y privada. la distorsión de la escorreentria del agua, podría crear nuevas zonas de inundaciones.
Obras como carreteras y caminos que requeiren de relleno, pueden convertirse en obras vulnerables como pasa hoy con la carretera que conduce a Costa Esmeralda que por varios tramos ya tiene grietas. Los drenajes naturales de los humedales, son los caños que desembocan en las playas o terminan siendo un bosque de mangle, eneas o dragos. Hay que garantizar que esos ecosistemas permanezcan intactos, pues son una parte clave para mantender la dinámica costera y la resiliencia de las playas. Aparte de las especies de fauna que albergan.
El desconocer la fragilidad ecológica de Miches, podría poner en graves peligro este destino único. Estamos en una etapa crucial de la historia del desarrollo y crecimiento de un paraíso costero que debería dé desarrollarse de acorde a las características únicas de los ecosistemas que predominan en la zona .
“La utilización sostenible de los recursos naturales en Miches, es una fiel garantía al desarrollo turístico a largo plazo”