WASHINGTON.- La Organización de Estados Americanos (OEA) abre este miércoles su 51 Asamblea General con Guatemala como país anfitrión y el escenario dominado por las cuestionadas elecciones de Nicaragua, en las que Daniel Ortega firmó su quinto mandato.
Las delegaciones de los 34 países que conforman el principal foro de discusión del continente americano se dan cita por segundo año consecutivo de forma virtual para el encuentro que comienza este miércoles y se extenderá hasta el viernes, bajo el lema “Por una América renovada”.
Este año lo ocurrido en Nicaragua está en el centro del debate, después de que el pasado domingo el líder sandinista Daniel Ortega fue reelegido en unos comicios sin oposición y tachados como “farsa” por la mayoría de la comunidad internacional.
Ortega, de 76 años y quien está en el poder desde 2007, logró 74,99 % de los votos el domingo, en una jornada marcada por la ausencia de los siete aspirantes a candidatos presidenciales de la oposición que fueron detenidos en los meses previos a los comicios acusados de “traición a la patria”.
Almagro pide una respuesta
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, puso el tema nicaragüense entre las prioridades de la Asamblea General, al rechazar por “ilegítimas” las elecciones en ese país.
Almagro instó este martes a los países de la OEA a “responder a esta clara violación de la Carta Democrática” durante el cónclave que tendrá lugar hasta el viernes.
El funcionario se sumó así a las declaraciones de condena expresadas por distintos países de la región, aunque la respuesta no ha sido uniforme en el continente, ante el respaldo expresado por Bolivia, Cuba y Venezuela.
Una prueba para la región
Consumada la elección, la situación en Nicaragua constituye una “prueba” para la comunidad internacional, dijo a Efe Michael Shifter, presidente del centro de estudios Diálogo Interamericano, con sede en Washington.
Para el experto, este un “tema fundamental” para la agenda de la Asamblea General de la OEA, organismo que describió como un “espejo de la fuerte polarización” que vive la región.
Y aunque se espera que después de tres días de sesiones se logre concertar una resolución de condena al régimen de Ortega, el experto del Atlantic Council Domingo Sadurní admitió que la OEA afronta las limitaciones propias de un organismo multilateral que “cuenta con los votos de sus países miembros”.
De allí que señaló la necesidad de que Estados Unidos “tome la batuta” para coordinar con la Unión Europea (UE) y otros de sus socios las acciones hacia Managua, a fin de evitar que el ejemplo de Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, sea emulado por otros países de la región.
Más allá de la discusión nicaragüense, este cónclave abarcará además temas como la “Cuestión de las islas Malvinas”, que enfrenta a Argentina con el Reino Unido; la promoción y protección de los derechos humanos, y la democracia.
El COVID-19, su evolución e impacto en el hemisferio también están en el temario, así como el compromiso con el desarrollo sostenible de la región pospandemia.
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