La ciudad de Nueva York, a menudo conocida como “La Gran Manzana”, es una metrópolis vibrante y bulliciosa que atrae a millones de turistas cada año.
Mientras que el icónico horizonte de la ciudad, su cultura diversa y sus atracciones de renombre mundial son grandes atracciones, hay un actor inesperado que puede influir en la experiencia tanto de los residentes como de los visitantes: las ratas. Estos roedores, aunque a menudo pasados por alto, pueden tener un impacto sustancial en la industria de viajes y turismo en la Ciudad de Nueva York.
La presencia de ratas, especialmente en áreas turísticas concurridas, puede crear una imagen negativa de la ciudad. Los visitantes pueden asociar estos encuentros con una higiene deficiente, afectando potencialmente su percepción general de la limpieza y la seguridad de la ciudad. Esta percepción negativa podría compartirse a través de reseñas de viajes, redes sociales y de boca en boca, disuadiendo posiblemente a otros de visitar.
Sin embargo, la Ciudad de Nueva York está tan invadida por las ratas que los guías turísticos están ofreciendo excursiones para ver las áreas más infestadas de roedores. El “turismo de ratas” es la última atracción lanzada en la Gran Manzana, con acompañantes astutos capitalizando la invasión de estos roedores portadores de enfermedades.
Algunos ofrecen paseos por los distritos, incluyendo Central Park, el sistema de metro, cerca del Rockefeller Center, Times Square y Chinatown. Mientras tanto, decenas de miles sintonizan en ‘RatTok’, canales de TikTok que llevan a los espectadores por la ciudad mostrando cuántas ratas viven junto a los neoyorquinos.
La infestación de ratas se ha vuelto tan grave que el alcalde Eric Adams se vio obligado a nombrar un ‘zar de las ratas’ con el título oficial de ‘director de mitigación de roedores’.
Las ratas son conocidas vectores de diversas enfermedades, y su presencia en espacios públicos puede plantear preocupaciones de salud. Aunque la ciudad toma medidas extensas para controlar las poblaciones de ratas, el desafío de gestionar una metrópoli tan grande y compleja como la Ciudad de Nueva York es inmenso. Los turistas, especialmente aquellos no familiarizados con los esfuerzos locales para controlar plagas, pueden sentirse inquietos acerca de los posibles riesgos para la salud asociados con áreas infestadas de ratas.
Los turistas a menudo exploran la ciudad a pie, disfrutando de sus parques, espacios abiertos e hitos icónicos. Sin embargo, si estas áreas están plagadas de infestaciones de ratas, los visitantes pueden sentirse renuentes a participar en actividades al aire libre. Lugares populares como Central Park o el High Line podrían perder su atractivo si las apariciones de ratas se vuelven más frecuentes.
Las ratas son conocidas por sus hábitos de roer, lo que puede llevar a daños en la infraestructura. Desde mordisquear cables eléctricos hasta excavar a través de paredes, estos roedores pueden comprometer la integridad estructural de edificios y espacios públicos. Este daño podría resultar en cierres, reparaciones y perturbaciones en atracciones turísticas populares, afectando la experiencia general del visitante.
La industria de viajes y turismo es una contribuidora significativa a la economía de la Ciudad de Nueva York. Cualquier impacto negativo en la reputación de la ciudad como destino amigable para los turistas puede tener repercusiones económicas. Una disminución en el número de turistas puede llevar a una caída en los ingresos para negocios locales, incluyendo restaurantes, hoteles y tiendas de recuerdos.
Reconociendo las posibles consecuencias de las infestaciones de ratas, la ciudad ha implementado diversas estrategias de mitigación. Estas incluyen medidas mejoradas de control de plagas, campañas de concientización pública y esfuerzos para mejorar la higiene en áreas clave. Sin embargo, el tamaño y la complejidad de la Ciudad de Nueva York presentan desafíos continuos en la gestión efectiva de las poblaciones de ratas.
Si bien la población de ratas de la Ciudad de Nueva York puede no ser lo primero que viene a la mente al pensar en viajes y turismo, innegablemente desempeña un papel en la formación de la imagen de la ciudad y la experiencia del visitante. Los esfuerzos para controlar y mitigar las infestaciones de ratas son esenciales para salvaguardar la reputación de este destino icónico. Al abordar estos desafíos de frente, la ciudad puede seguir brindando una experiencia positiva e inolvidable tanto para residentes como para turistas, asegurando que la Gran Manzana permanezca como un destino destacado en el escenario mundial.
Fuente: Caribbean News Digital
