CHINA. – Un tribunal de la provincia de Jiangsu condenó este lunes a pena de muerte con suspensión de dos años a Gou Zhongwen, antiguo integrante del órgano directivo de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh) y ex vicealcalde de Pekín, tras hallarlo culpable de recibir sobornos a gran escala.
La sentencia —emitida por el Tribunal Popular Intermedio de Yancheng y difundida a través de su cuenta oficial en Wechat— incluye la privación de derechos políticos de por vida y el confiscado total de sus bienes personales.
La corte precisó que, una vez finalizado el período de suspensión, la pena será conmutada por cadena perpetua, sin posibilidad de reducción, perdón ni libertad condicional, una medida habitual en China para castigar delitos de corrupción considerados graves.
Sobornos “particularmente enormes” y daños al Estado
El tribunal calificó la cantidad de sobornos como “particularmente enorme” y afirmó que las acciones del exfuncionario provocaron “graves pérdidas” a los intereses del Estado y de la ciudadanía, generando además un “impacto social especialmente negativo”.
Según la investigación, entre 2009 y 2024, Gou utilizó los cargos que ocupó en la capital china —incluida su posición como vicealcalde de Pekín— para favorecer a empresas y particulares en aprobación de proyectos, operaciones empresariales y diversos trámites, recibiendo a cambio más de 236 millones de yuanes (equivalentes a 30 millones de dólares o 25 millones de euros).
Factores atenuantes considerados
A pesar de la gravedad del caso, la corte tomó en cuenta varios factores atenuantes, entre ellos:
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Conductas consideradas en grado de tentativa
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Confesión de los hechos
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Colaboración aportando información sobre sobornos que aún no habían sido descubiertos
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Reconocimiento de culpabilidad
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Devolución voluntaria de todos los bienes obtenidos de manera ilícita
El fallo señala que el total del dinero y bienes involucrados fue recuperado.
Contexto: la campaña anticorrupción en China
Desde su llegada al poder en 2012, el presidente y secretario general del Partido Comunista Chino (PCCh), Xi Jinping, ha liderado una amplia campaña anticorrupción, una de sus políticas más emblemáticas, mediante la cual numerosos funcionarios de alto rango han sido procesados por sobornos millonarios.
Aunque esta ofensiva ha sacado a la luz importantes redes de corrupción dentro del PCCh, algunos analistas y críticos han señalado que también podría estar siendo utilizada para neutralizar a figuras políticas rivales o a funcionarios que no se alinean con las directrices de la actual cúpula del partido.
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