Constanza.- La comunidad de La Sabina, en Constanza, inauguró el “Centro Educativo Prof. Altagracia Idalia Durán de Quéliz”, dando inicio al año escolar 2025-26. La escuela lleva el nombre de la docente que, desde los 17 años, dedicó su vida a alfabetizar casa por casa en la localidad.
El acto inaugural fue encabezado por Ramón Yovanys Delgado Mena, director del Distrito Educativo, y contó con la presencia de representantes del Ministerio de Educación, del síndico de Constanza, Francisco Marte, docentes, colaboradores del centro y medios de comunicación locales. Además, asistieron numerosos familiares de la homenajeada, quienes acompañaron la ceremonia con emoción y gratitud.
Durante su intervención, Delgado Mena destacó la importancia de la educación en el desarrollo de las comunidades y resaltó el legado de la “Maestra Idalia”, recordada por su vocación y entrega. Tanto él como el alcalde de Constanza animaron a los estudiantes a comprometerse con su aprendizaje y aprovechar al máximo las oportunidades educativas.
La directora del centro, Wendys Paredes, dio la bienvenida a los alumnos y expresó la emoción de todo el personal por comenzar el año escolar en una institución que honra a quien fue un ícono educativo en La Sabina. Paredes anunció que el lema de este año será “Innovar y aprender, cultivando competencias para una sana convivencia”, comparando la comunidad escolar con un jardín donde, a pesar de la diversidad, todos conviven de manera armoniosa.
La familia de la maestra, incluyendo sus hijos, nietos, bisnietos, tataranietos, nueras y yernos, agradeció a la comunidad y a las autoridades por honrarla con el nombre de la escuela. También reconocieron la labor de Wendys Paredes por mantener vivo en el eslogan del centro un mensaje de la maestra: “En la educación está el futuro de los pueblos”.
Durante la ceremonia se leyó la semblanza de la docente, a cargo de la maestra Yajaira Pérez, y los estudiantes participaron con diversas actividades que llenaron la jornada de emoción.
Altagracia Idalia Durán nació en Jarabacoa el 10 de enero de 1931. Desde pequeña recibió educación basada en valores y principios, y desde los 17 años enseñaba a leer y escribir a vecinos de su comunidad. Contrajo matrimonio con Ramón Antonio Quéliz Núñez y tuvo 15 hijos, pero nunca dejó que la familia creciera en número detuviera su pasión por enseñar.
Llegó a La Sabina con sueños educativos y, gracias a su dedicación y talento, consiguió plaza en la escuela pública local, donde se consolidó como docente y luego directora. Su labor le permitió ganarse el respeto de estudiantes, colegas y autoridades educativas de La Vega, convirtiéndose en un referente de vocación y excelencia.
La Maestra Idalia no solo enseñó conocimientos, sino que moldeó caracteres, inculcó valores y sembró esperanza en cada alumno. Con firmeza y dulzura supo ganarse el corazón de sus estudiantes, quienes la recuerdan con cariño y gratitud. Falleció el 19 de agosto de 1996, dejando un legado que sigue vivo en la comunidad y en el corazón de su familia.
Hoy, la nueva escuela que lleva su nombre es un símbolo de entrega y dedicación a la educación, y un ejemplo para las nuevas generaciones de docentes, recordando que enseñar es un acto de amor y vocación que deja huella.





