Santo Domingo Este.– La crisis energética que atraviesa el país se intensifica, y en Santo Domingo Este, los apagones se han vuelto cada vez más frecuentes, afectando tanto la vida cotidiana de los residentes como la economía local.
En un recorrido realizado por la zona, específicamente en la calle Mónica esquina Mella, se pudo constatar el impacto directo de las interrupciones eléctricas en los comercios y hogares. En un colmado visitado, el freezer permanecía apagado desde las 2:00 de la tarde, hora en que se registró el corte más reciente de energía.
El propietario del establecimiento informó que varios productos, como botellas de agua, refrescos y otros alimentos que requieren refrigeración, se estaban deteriorando debido a la falta de frío. “Los clientes ya no los compran, y eso nos genera pérdidas económicas”, comentó el colmadero, mientras intentaba reorganizar los productos en exhibición.
Los residentes del sector expresaron frustración y preocupación ante la inestabilidad del servicio. Algunos reportan daños en electrodomésticos y dificultades para descansar debido al calor extremo durante la noche.
“Viene y se va, no hay estabilidad. Uno necesita que la luz llegue por lo menos hasta las 5 de la tarde. No que se vaya desde la mañana y nos dañe todo lo que tenemos en casa”, expresó una vecina visiblemente molesta.
Otros residentes relataron que los apagones pueden durar hasta cuatro o cinco días. “Se fue como a las 2:30 de la tarde y no ha regresado. El calor es insoportable, los niños no duermen, y los productos en la nevera se están dañando”, agregó un comerciante.
En términos generales, los afectados describen la situación como angustiante: “Dormimos empapados de sudor, la luz se va varias veces en la noche y no sabemos cuándo regresará. Esto afecta nuestra salud y la tranquilidad de nuestras familias”, señaló otro vecino.
Las autoridades aseguraron que todos los circuitos eléctricos se encuentran en funcionamiento y que algunas interrupciones se deben a averías puntuales, las cuales deben ser reportadas para recibir asistencia. Mientras tanto, los residentes han optado por desconectar sus electrodomésticos como medida preventiva para evitar daños mayores.





