Ciudad del Vaticano. — El papa León XIV anunció la eliminación de la exclusividad del Instituto de Obras Religiosas (IOR), conocido como el banco vaticano, en la gestión de las inversiones financieras de la Santa Sede. A partir de ahora, los distintos organismos del Vaticano podrán trabajar con intermediarios financieros ubicados en otros países, según establece el documento pontificio motu proprio titulado “Coniuncta Cura”, difundido este lunes.
En el texto, el pontífice —de origen estadounidense y peruano— explica que la decisión fue tomada tras analizar detenidamente las recomendaciones aprobadas por unanimidad por el Consejo para la Economía, además de consultar con expertos en finanzas internacionales.
El documento aclara que, aunque la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA) seguirá utilizando la estructura interna del IOR para las inversiones, podrá recurrir a otros intermediarios cuando se considere más eficaz o conveniente, siempre con la aprobación del Comité de Inversiones.
Asimismo, el papa subraya la importancia de una “responsabilidad compartida” entre las instituciones vaticanas encargadas de las operaciones financieras, con el fin de reforzar la transparencia, definir claramente los roles de cada entidad y promover una colaboración efectiva dentro de la gestión económica del Vaticano.
El texto reafirma, por tanto, el papel operativo del banco vaticano, pero abre la puerta a una mayor flexibilidad y control externo sobre las inversiones de la Santa Sede, buscando evitar errores y pérdidas como las ocurridas en el pasado.
Cabe recordar que, en el juicio por el escándalo de la compraventa de un edificio en Sloane Avenue, Londres, el Vaticano sufrió una pérdida cercana a 217 millones de euros, lo que impulsó una revisión profunda de su política de inversiones.





