Santo Domingo, RD.– “Un día hablaba, otro día no… tenía como doble fachada”, así describió Griselda Ozuna Torres, empleada doméstica en la Torre Naco, al joven Jean Andrés Pumarol Fernández, acusado de asesinar a una mujer e herir a cinco personas el pasado miércoles 23 de julio, en un violento episodio que ha conmocionado al país.
Ozuna, de 48 años, relató al Ministerio Público los momentos de pánico que vivió cuando el joven de 30 años la atacó con un cuchillo sin previo aviso mientras ella se encontraba en la cocina del apartamento 5 Azul, residencia de su padre, Willy Pumarol.
“Estaba sentada usando mi celular cuando él salió de su cuarto, fue directo a la cocina, tomó el cuchillo y me dio una puñalada en el brazo derecho sin decir nada. Me caí al suelo y él seguía tirando. Grité con todas mis fuerzas, hasta que llegó su papá”, narró con voz quebrada durante el interrogatorio.
Asegura que jamás había visto una actitud violenta en el agresor, quien era tranquilo, reservado y poco sociable. “Desayunaba como de costumbre, comía normal. No hablaba mucho ni tenía amigos”, explicó. Sin embargo, ya había notado actitudes extrañas en él: “Un día hablaba, otro no. Era como si tuviera dos caras”.
El testimonio de Griselda coincide con lo descrito por otros afectados: Jean Andrés subió por los pisos del condominio Naco Dorado IV, tocando las puertas y atacando con un arma blanca a quienes le abrían.
Entre los heridos figuran su propio padre, Guillermo Pumarol Castellanos, de 62 años; la cuidadora Teresa Fabián Heredia; los vecinos Francisco Texano (68), Victoria Heredia (36); y la misma Griselda Ozuna. La única víctima mortal fue Ivonne Handal Abugabir, de 70 años, residente del edificio.
Griselda recordó cómo el padre del agresor intentaba calmarlo en medio del caos. “Le decía: ‘Dios no quiere eso para ti, Dios no existe para ti’, pero él ya no podía controlarlo”.
