Santo Domingo.- La ministra de Interior y Policía, Faride Raful, aseguró este lunes que la salud mental en el país “dejó de ser una prioridad hace mucho tiempo” y advirtió que existe una deuda social significativa en la creación de espacios accesibles para la atención preventiva y gratuita.
Sus declaraciones se producen tras recientes tragedias que han conmovido a la sociedad dominicana, donde menores han perdido la vida a manos de sus propios padres.
El caso más reciente ocurrió el domingo, cuando una mujer presuntamente envenenó a sus tres hijos con una sustancia tóxica mezclada en jugo, causando la muerte de los menores. La madre también ingirió el veneno y falleció poco después, según confirmó la Policía Nacional. Horas antes, en Los Guandules, un hombre asfixió a su hijo de apenas un año y ocho meses.
Raful calificó estos hechos como “desenlaces dolorosos” que evidencian la necesidad de fortalecer el sistema de salud mental en el país.
“La salud mental dejó de ser prioridad hace muchos años. Esto es un asunto de seguridad y de protección de los más vulnerables: menores, ancianos, mujeres, y madres que sufren abusos silenciosos que no siempre son visibles, pero que terminan desencadenando tragedias”, afirmó la funcionaria.
La ministra señaló que República Dominicana requiere mayores inversiones, tecnología y personal especializado para garantizar un trabajo preventivo que evite que los casos se transformen en tragedias familiares.
“Tenemos una gran deuda social, y los recientes desenlaces, especialmente tras la pandemia, muestran que el Estado enfrenta un desafío enorme”, agregó.
Raful destacó la necesidad de políticas públicas integrales que incluyan formación, capacidad de respuesta y accesibilidad a servicios de salud mental. Recordó que la crisis sanitaria de la COVID-19 agravó los problemas de salud mental en todo el mundo, y que el país no ha sido la excepción.
Finalmente, la ministra hizo un llamado a toda la sociedad —medios de comunicación, iglesias y juntas de vecinos— a comprometerse en un trabajo conjunto para prevenir hechos de violencia asociados a problemas de salud mental.





