Santo Domingo.– El expresidente de la República, Hipólito Mejía, alertó este viernes sobre una amenaza creciente contra el pluralismo y el multilateralismo a nivel mundial, durante su participación virtual en la reunión de la Alianza Progresista y la Conferencia Regional de las Américas, celebrada en Argentina.
En su discurso, Mejía señaló que se perciben señales claras de que algunas potencias buscan imponer una agenda extremista y polarizada, bajo la lógica de “quien no está conmigo, está en mi contra”.
Tensiones globales y guerra comercial
El exmandatario explicó que esa visión se manifiesta en lo que expertos han llamado una “guerra arancelaria”, que afecta a los países que defienden su independencia.
“Desde el control de rutas marítimas estratégicas hasta la explotación de recursos naturales y tecnológicos, todo se ha convertido en parte de una política de presión. Y los resultados son evidentes: incremento en los precios de insumos esenciales para la alimentación y la salud”, advirtió.
Críticas al discurso belicista
Mejía también expresó su preocupación por el fortalecimiento de la idea de que “la paz se logra con la fuerza”, asegurando que este enfoque limita el diálogo y amenaza la estabilidad social y el desarrollo humano.
Además, denunció el aumento de actitudes como el desprecio hacia los pobres, el rechazo a los migrantes, la trivialización de la política y la falta de respeto hacia instituciones educativas y organizaciones solidarias.
Libertad de expresión en riesgo
Otro punto central de su intervención fue la advertencia sobre el deterioro de las libertades informativas.
Según dijo, en muchos países se ataca el derecho a informarse y a expresar libremente las ideas. “El combate a las llamadas fake news se está usando como excusa para restringir el acceso a medios de comunicación que, bien empleados, son pilares de la democracia”, enfatizó.
Democracia e inclusión
El expresidente subrayó que los pueblos no renunciarán al diálogo ni a la búsqueda de una democracia inclusiva. Recordó las movilizaciones de jóvenes en Nepal y el rechazo a discursos ultraderechistas en Buenos Aires como ejemplos de resistencia social.
“Mi país, la República Dominicana, aún no es una democracia plena que garantice todos los derechos fundamentales, pero hemos aprendido a dialogar y a alejarnos de los extremismos. Como nación, hemos dicho NO a la ultraderecha”, afirmó.
Para concluir, Mejía ratificó su compromiso con la Alianza Progresista, resaltando que esta organización “ha sabido situarse en el lado correcto de la historia”.





