PUERTO PRÍNCIPE, Haití — El Consejo Presidencial de Transición de Haití juramentó hoy a Laurent Saint-Cyr, un prominente empresario, como su nuevo jefe, en un intento por restablecer el orden en un país asolado por la inestabilidad. Sin embargo, su nombramiento se produce en medio de una escalada de tensiones, con el poderoso líder de la banda «Barbecue» amenazando con derrocar al gobierno.
Saint-Cyr, quien inició su carrera en una compañía de seguros y ha presidido la Cámara de Comercio de Haití, asume el cargo en un momento crítico. En su discurso, afirmó: «Nuestro país atraviesa una de las mayores crisis de su historia. No es momento de discursos bonitos. Es hora de actuar». Saint-Cyr y el primer ministro Alix Didier Fils-Aimé, también proveniente del sector privado, comparten ahora las responsabilidades ejecutivas.
La asunción de Saint-Cyr no estuvo exenta de desafíos. Horas antes, el líder de la pandilla Jimmy Chérizier, alias «Barbecue», difundió un video en redes sociales en el que amenaza con asaltar las oficinas del gobierno provisional y exige la destitución inmediata de los miembros del consejo, a quienes califica de «ladrones». La coalición de pandillas que lidera, conocida como Viv Ansanm, controla aproximadamente el 90% de la capital, Puerto Príncipe.
La misión de seguridad respaldada por la ONU, dirigida por la policía de Kenia, afirmó que frustró posibles ataques de las bandas, desplegando patrullas y aumentando las fuerzas en la capital. No obstante, en los últimos días se han reportado intensos tiroteos y actos de violencia.
Laurent Saint-Cyr hizo un llamado a la acción, priorizando la seguridad y solicitando a las fuerzas armadas intensificar sus operaciones y a los socios internacionales proveer más recursos. «Debemos restaurar la autoridad del Estado», declaró, y reconoció que los desafíos se deben no solo a la inseguridad, sino también a la «falta de valentía y responsabilidad» del país.
La comunidad internacional ha señalado que la misión de seguridad se encuentra con falta de fondos y personal, con menos de la mitad de los 2,500 oficiales previstos. La violencia en Haití ha provocado el desplazamiento de más de 1.3 millones de personas y, solo entre abril y junio de este año, se registraron más de 1,520 muertes.
La juramentación de Saint-Cyr marca un nuevo capítulo en la crisis política y de seguridad de Haití, donde la legitimidad del gobierno provisional es constantemente desafiada por actores armados que se han convertido en una fuerza política de facto. La situación subraya la urgencia de una respuesta coordinada para evitar un mayor colapso institucional.
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