El Papa León XIV, el primer pontífice estadounidense, recibió hoy una entusiasta bienvenida por parte de cientos de influencers católicos en el Vaticano, en el marco del Jubileo de la Juventud. Estos «misioneros digitales» —sacerdotes, monjas y laicos— utilizan las redes sociales para predicar y enseñar la fe. Tras una misa especial en la Basílica de San Pedro, el Papa fue rodeado por los jóvenes, muchos de ellos transmitiendo el encuentro en vivo con sus teléfonos.
León XIV agradeció el uso de las plataformas digitales para difundir la fe y posó con entusiasmo para selfis. Sin embargo, su mensaje central fue una clara advertencia: no descuidar las relaciones humanas en la búsqueda de seguidores, y evitar las noticias falsas y la frivolidad de los encuentros en línea. Con fluidez en italiano, español e inglés, el pontífice enfatizó: «No se trata simplemente de generar contenido, sino de propiciar un encuentro entre corazones. Sean agentes de comunión, capaces de romper la lógica de la división y la polarización, del individualismo y el egocentrismo».
El Papa, quien ha señalado que abordar la amenaza de la Inteligencia Artificial será una prioridad de su pontificado, instó a los influencers a fomentar una «cultura de humanismo cristiano» y a construir «la red de Dios», basada en la amistad y el amor. Este mensaje fue reforzado por el Cardenal Luis Antonio Tagle, quien advirtió contra el contenido engañoso o la búsqueda de lucro personal, citando un video falso sobre un medicamento para la artritis que lo tuvo como protagonista.
La semana del Jubileo de la Juventud ha llenado Roma de un ambiente festivo, con jóvenes peregrinos participando en ritos como cruzar la Puerta Santa. Este evento, que recuerda una mini Jornada Mundial de la Juventud, ha visto a figuras como el sacerdote-DJ Guilherme Peixoto y el uso extendido del hashtag #todostodostodos, simbolizando la inclusión. Pablo Licheri, fundador de la aplicación Catholic Mass Times, expresó su emoción al unirse a otros católicos influyentes para «difundir la alegría del amor de Dios».
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