En un giro político significativo, una subcomisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos votó el miércoles a favor de exigir al Departamento de Justicia la liberación de los archivos completos de la investigación de Jeffrey Epstein por tráfico sexual. Esta decisión histórica, que contó con el apoyo de demócratas y sorprendentemente de algunos republicanos, representa un desafío directo a la postura del expresidente Donald Trump y a la cúpula del liderazgo republicano.
La votación, que se aprobó por 8-2, demuestra una inusual alianza bipartidista impulsada por la insistencia demócrata en la transparencia. La representante Summer Lee (D-PA), quien presentó la moción, no dudó en señalar que la negativa a apoyar la medida implicaría una «complicidad» con el expresidente Trump. Este movimiento político detuvo temporalmente la agenda legislativa republicana y puso el foco en un tema que Trump había instado a sus seguidores a olvidar.
El líder demócrata de la Cámara, Hakeem Jeffries, subrayó la importancia de la acción, insinuando que la falta de voluntad republicana para liberar los archivos podría estar ligada a la protección de «los estilos de vida de los ricos y desvergonzados».
Esta votación se suma a otros esfuerzos por obtener más información sobre el caso Epstein, incluyendo la reciente citación a Ghislaine Maxwell, exnovia y cómplice de Epstein, para que rinda testimonio el 11 de agosto. Mientras tanto, una jueza en Florida rechazó la solicitud del gobierno de Trump para desclasificar transcripciones del gran jurado relacionadas con Epstein, aunque una petición similar sigue pendiente en Nueva York.
La saga de Jeffrey Epstein continúa generando un intenso escrutinio público y político, y esta reciente acción del Congreso promete mantener el caso en el centro del debate nacional, con posibles implicaciones para figuras de alto perfil.
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