Santo Domingo.– La joven víctima de la violación grupal ocurrida en Villa González, Santiago, muestra un estado de shock, tristeza, vergüenza y llanto constante, según las evaluaciones psicológicas realizadas por especialistas del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF), de acuerdo con la solicitud de medida de coerción contra los acusados.
El informe médico-legal indica que la revisión ginecológica confirmó hallazgos relacionados con los hechos denunciados. Durante la entrevista psicológica, se estableció que la víctima tomó plena conciencia de lo ocurrido al ver videos y audios difundidos por los imputados a través de WhatsApp.
Los especialistas concluyeron que las reacciones físicas y emocionales de la joven evidencian el impacto directo del abuso, reforzando las pruebas presentadas por el Ministerio Público contra los acusados.
Según la investigación, la joven se encontraba en el establecimiento El Polo York Bar cuando comenzó a sentirse indispuesta tras consumir bebidas alcohólicas. Yamir Fernando Pérez Toribio, alias “Ferere”, junto a Erik Castro Álvarez y Eriberto Castro Díaz, se ofrecieron a llevarla a un centro de salud, pero en lugar de cumplir su promesa, la trasladaron a la vivienda de “Ferere” en La Javilla, donde ya esperaban otros implicados.
En la casa se encontraban Edwin Manuel Castro Guzmán (“El Guaro”), Javier Eduardo Núñez Toribio, Javier Núñez (“Bebé”), José Alfonso Rubiera Rodríguez (“Fonso”), Oniel Rafael Pichardo Martínez (“Contrera”) y Delfri de Jesús Rodríguez (“Yiyo”). Allí, según la acusación, la joven fue víctima de una violación sexual grupal, con varios agresores y otros presentes como observadores.
La situación empeoró cuando “Ferere” grabó el ataque y difundió los videos y audios desde su celular. Los materiales llegaron a terceros, incluida la testigo Luisa Yedarys Cabrera Ramos, quien entregó el dispositivo a las autoridades, confirmando la autenticidad de las grabaciones. La Policía Nacional, mediante la Dirección de Investigación Cibernética, recopiló la evidencia digital.
El caso fue denunciado formalmente el 28 de agosto de 2025, entregando los videos como prueba. La circulación de estos materiales en redes sociales constituye una revictimización que profundiza el daño psicológico a la joven.
El Ministerio Público destacó la gravedad del caso, que involucra violación grupal y difusión no consentida de material íntimo, delitos que han generado indignación social y demandas de sanciones ejemplares contra los responsables.





