Por: Ing. Francisco Abreu
Evitemos perder la capacidad de asombro ante las frecuentes tragedias por desplome de edificaciones a todo lo largo y ancho del país.
Tienda en La Vega, edificio en La Romana, Discoteca Jet Set y el caso mas reciente en una plaza de Santiago, todos tienen un común denominador, falta de supervision, de regulación, de control y seguimiento del Estado y sus dependencias, las cuales están llamadas a hacer su trabajo con eficacia y responsabilidad.
En cada caso, es evidente que los propietarios o responsables actúan al margen de normas, control de calidad, supervision y cumplimiento de las regulaciones establecidas.

El informe entregado por la comisión que investigó el caso Jet Set, revela datos que ponen de relieve la deficiencia que tenemos como Estado y como nación en materia de respetar reglamentos sin necesidad de buscar métodos oscuros para imponer el propósito individual de sus propietarios.
El país entero está lleno de edificaciones irregulares que a todas luces evidencian la no intervención de autoridades capaces de impedir anomalías e ilegalidades.
En el caso de Verón, Bávaro y Punta Cana, está mas que claro que las normativas impuestas por los organismos estatales y solo funcionan para proyectos de inversión con fines de ventas en el mercado inmobiliario, los obstáculos que encuentran los inversionistas para sacar adelante sus proyectos, eso es otra historia por contar.
El resto de obras individuales e informales, son ejecutadas sin ningún problema, con un alto riesgo de futuras tragedias por la falta de acciín e intervención de las autoridades. Ni hablar de la creciente arrabalización que representan en la zona turística. Sabemos que las autoridades dan su vuelta por estas obras irregulares, pero milagrosamente todo sigue su ritmo y al final, todo es posible.
Ojalá que el Estado tome medidas ante la gravedad de esta situacion y empecemos a hacer conciencia de que no es posible seguir con tanta indiferencia, por el bien del país.