Por: Juan Tomás García Díaz
SANTO DOMINGO. – La energía solar se ha convertido en una opción estratégica para ahorrar dinero y proteger el medio ambiente. Con la reducción de los costos de los paneles solares, cada vez más personas están descubriendo los beneficios de aprovechar la energía solar.
Sin embargo, es fundamental comprender la diferencia entre kW y kWh en las facturas de electricidad para evaluar adecuadamente las necesidades energéticas y calcular los costos asociados con la energía solar.
La potencia (kW) se refiere a la cantidad de energía eléctrica demandada en un momento dado, mientras que la energía (kWh) es una medida de la cantidad total de electricidad utilizada durante un período de tiempo específico. Esta distinción es importante para comprender el consumo de energía y los costos asociados.
En el caso de los sistemas solares, el factor tiempo es crucial, ya que afecta directamente el rendimiento de la generación de energía.
Los paneles solares generan electricidad en función del tiempo que están expuestos a la luz solar, y factores ambientales como el ángulo del techo, la orientación, las horas de luz disponibles y las sombras pueden influir en su producción de energía.
Es clave recordar que la energía solar sólo compensa los kWh consumidos, no los kW. Esto implica que la energía solar reduce el costo de las necesidades energéticas en términos de kWh, pero no en términos de demanda máxima (kW).
Por lo tanto, es esencial que las empresas vendedoras de paneles solares realicen un análisis riguroso de las facturas eléctricas de sus clientes y eviten confusiones entre los conceptos de kW y kWh. Además, se recomienda utilizar software de análisis financiero de terceros para obtener evaluaciones precisas de las tarifas de los servicios eléctricos.
Así mismo, es importante que nuestro país cuente con una tarifa de acceso a las redes de las diferentes distribuidoras que contenga el pago que deberá realizarse a estas por parte del consumidor, por cada unidad de energía consumida (kWh).
Esta tarifa debe basarse en estudios de las realidades de las diferentes áreas de concesión para distribuir la energía eléctrica a nivel nacional y que este estudio contenga un (VAD) real y justo para cada distribuidora, además de un cargo por estabilización de la potencia de la energía suplida por los autoproductores.
Esta normativa a diferencia de la norma actual, deberá hacerse con base en la jurisdiccionalidad que plantean las leyes administrativas y a la legalidad que plantea nuestra Constitución, tal y como lo establece el artículo 20 de la Ley 57-07, Ley de incentivos a las energías renovables y sus regímenes especiales.
En definitiva, es importante una transparencia total en el proceso de dimensionamiento de los sistemas solares. Las empresas deben tener acceso a información precisa para orientar adecuadamente a sus clientes y permitirles aprovechar el potencial de la energía solar de manera ajustada a sus necesidades energéticas.
En última instancia, el objetivo es hacer que la energía solar funcione en beneficio de los consumidores y del planeta.
