Bávaro, Punta Cana.- El cruce de Coco Loco, que conecta el Boulevard Turístico del Este con la avenida Barceló, se ha convertido en un verdadero embudo para conductores y peatones. Aunque muchos señalan la alta circulación y las intersecciones conectadas como principales causas del desorden, hay un factor clave que está contribuyendo de forma directa al caos vial en esa zona: la mala regulación de los tiempos del semáforo.
Este semáforo, ubicado en una intersección donde convergen cuatro direcciones principales, no cuenta con una sincronización adecuada entre las luces, según explicó un especialista del tránsito de esta zona, lo que provoca largas filas de vehículos, cuellos de botella, maniobras riesgosas e incluso conflictos entre conductores. En horas pico, la situación se agrava aún más, haciendo prácticamente intransitable el cruce.
El Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) debe tomar cartas en el asunto de manera urgente. Es indispensable que se realice un levantamiento técnico que permita estudiar y regular los tiempos del semáforo según el flujo vehicular real de cada dirección. No se trata solo de un tema de comodidad, sino de seguridad vial y eficiencia urbana.
Una correcta programación de los semáforos puede marcar la diferencia entre un cruce fluido y uno colapsado. Dado que este punto conecta con múltiples vías importantes, la regulación precisa de los tiempos no es opcional, es una necesidad.

Mejorar la fluidez del tránsito en Coco Loco no requiere grandes obras ni inversión millonaria. A veces, una simple pero bien hecha intervención técnica en la señalización semafórica puede aliviar de manera significativa los tapones diarios que afectan a miles de ciudadanos.